De manera periódica las noticias nos recuerdan que infartos y montaña son dos conceptos relacionados. La primera causa de mortalidad actual en nuestro entorno (tanto en Europa como en España) son los eventos cardiovasculares y en concreto los infartos de miocardio. Por todos es sabido que, además, la probabilidad de sufrir estos eventos aumenta a medida que cumplimos años.
¿De qué vamos a hablar?
- 1 Reflexionando sobre algunos datos observados
- 2 Tengo más de 60 años: ¿voy o no voy a la montaña?
- 3 Y la prueba de esfuerzo: ¿me la hago?
- 4 La montaña como «medio hostil» en caso de sufrir una cardiopatía
- 5 Tengo más de 60 años y el médico me ha recomendado practicar algún deporte: ¿el senderismo es una opción?
- 6 Tengo más de 60 años y llevo toda la vida practicando actividad en montaña: ¿tengo que dejar de hacerla ahora o dedicarme sólo al senderismo?
- 7 Infartos y montaña: a modo de conclusión…
- 8 Infartos y montaña, ¿podemos trabajar la prevención? en el podcast de Montaña Segura en diez minutos
- 9 Para saber un poco más….
Reflexionando sobre algunos datos observados
Los datos sobre practicantes de actividades de senderismo y alta montaña encuestadas/os durante el verano de 2023 en el Pirineo aragonés, constatan que un 23% de los senderistas y un 21% de los encuestados en rutas de «alta montaña» tenían más de 50 años.
Los datos de los rescates realizados por el Servicio de Montaña de la Guardia Civil en el Pirineo aragonés entre los años 2016-2023 muestran que el 34% de las y los senderistas rescatados y el 33% de practicantes de actividades en alta montaña rescatados tenían más de 50 años.
Finalmente, el estudio Patología médica no traumática en pacientes rescatados en montaña (2017) destaca el aumento de problemas cardíacos entre los rescatados no traumáticos en Aragón.
Tengo más de 60 años: ¿voy o no voy a la montaña?
Sí, sin duda. La práctica de actividad física en el medio natural y, en concreto, el excursionismo están considerados como saludables por los beneficios que aportan desde un punto de vista poblacional, aunque de manera individualizada podría haber personas en las que esté contraindicada.
Estudios de la FEDME (2022) afirman que un 17,6% de la población practican senderismo o montañismo con periodicidad semanal (8.352.402 personas). La población actual realiza actividades en el medio natural y, según los estudios se convierte en el primer deporte Nacional y el más igualitario (49% de mujeres y 51% de hombres).
Los beneficios de practicar este tipo de actividades (siempre que se sigan unas buenas prácticas) son múltiples y ampliamente conocidos por la gente: combate el sedentarismo, mejora la salud cardiovascular, reduce los niveles de colesterol y glucosa en sangre, fortalece la musculatura, activa las articulaciones, etc.
Y la prueba de esfuerzo: ¿me la hago?
De manera individual es importante tener en cuenta que algunas personas podemos tener factores de riesgo asociados (tabaquismo, hipertensión arterial, Diabetes Mellitus, sobrepeso, sedentarismo, antecedentes familiares de cardiopatía en edades no avanzadas, etc.) que hacen de la actividad física un riesgo potencial de desenmascarar un problema cardíaco, el cual podría estar ya diagnosticado y tratado o bien presente pero silente hasta el momento.
La prueba más conocida y utilizada para diagnosticar cardiopatías isquémicas (como la angina de pecho y el infarto) es una prueba de esfuerzo. Consiste en poner el corazón en situación límite de esfuerzo pero en un entorno controlado (como es un hospital o una consulta de un cardiólogo).
Someter al corazón al esfuerzo moderado o alto que suponen la mayoría de las actividades en montaña (caminar con desnivel, condiciones meteorológicas adversas, etc.) es un riesgo potencial para corazones que ya han demostrado tener alguna limitación o que aún no lo han hecho por falta de esfuerzo equivalente o buena suerte. La caminata podría equivaler a una prueba de esfuerzo en un entorno no controlado.
La montaña como «medio hostil» en caso de sufrir una cardiopatía
Si a esto le sumamos que en un entorno de montaña las posibilidades de atención sanitaria temprana están limitadas por el propio medio, y que las posibilidades de sobrevivir a un infarto están directamente relacionadas al tiempo de espera en que puede atenderse (en una ciudad hablamos de minutos, en las zonas rurales algo más), un evento cardíaco en la montaña tiene una gran probabilidad de acabar en una tragedia.
La buena noticia es que estas situaciones son en parte prevenibles si tenemos un conocimiento previo de nuestra condición física y/o estado de salud cardiológico. En la mayoría de eventos deportivos, y más cuando las personas vamos cumpliendo años, se nos recomienda y en ocasiones obliga a aportar un certificado médico, el cual tiene el valor de haber requerido un estudio de nuestra salud cardíaca y estado físico en general.
Tengo más de 60 años y el médico me ha recomendado practicar algún deporte: ¿el senderismo es una opción?
Sin duda, el senderismo es una muy buena opción. Una actividad moderada en el medio natural reporta beneficios físicos y emocionales a quien la practica. Además, el senderismo se puede practicar durante todo el año y no suele exigir grandes desplazamientos.
Como en todos los deportes: iníciate de manera progresiva y controlada. Mide bien los esfuerzos (distancias y desniveles) que afrontas y sé constante en la práctica. Déjate aconsejar por las y los especialistas.
No olvides que senderismo no es solo «andar». Practicar senderismo con seguridad es tu responsabilidad, infórmate y sigue los protocolos de seguridad recomendados.
Tengo más de 60 años y llevo toda la vida practicando actividad en montaña: ¿tengo que dejar de hacerla ahora o dedicarme sólo al senderismo?
Si llevas toda la vida practicando actividades en media y alta montaña, sin duda alguna ya habrás puesto a prueba tu corazón más de una vez pero… también este órgano de tu cuerpo «se hace mayor». No lo olvides.
Es recomendable un chequeo periódico y un control del estado de tu corazón. Con ello, y manteniéndote en forma, seguro que disfrutarás de muchos más años de actividad.
Infartos y montaña: a modo de conclusión…
En una sociedad con cada vez más conocimientos y posibilidades para el bienestar, y en un ámbito como el de las actividades de montaña (aire libre), en la que cada cual somos responsables de nuestra salud y nuestra seguridad, parece recomendable hacerse al menos a partir de los 50 años (40-50 discutido según estudios) una revisión médico-deportiva que pueda descartar trastornos cardiacos en los que la actividad física moderada/intensa pueda estar desaconsejada.
Infartos y montaña, ¿podemos trabajar la prevención? en el podcast de Montaña Segura en diez minutos
Tenemos parte de este contenido en el podcast de «Montaña Segura en diez minutos», por si prefieres escucharnos en tu plataforma habitual de podcast.
Infartos y montaña, ¿podemos trabajar la prevención?
Para saber un poco más….
Factores de riesgo cardiovascular y atención primaria: evaluación e intervención
Role of Inactivity in Chronic Diseases: Evolutionary Insight and Pathophysiological Mechanisms
¿Qué hay de nuevo en la relación ACTIVIDAD FÍSICA-SALUD?
High-Intensity Interval Training: For Fitness, for Health or Both?
Con la colaboración de Ignacio Pascual Cereceda.
Médico de Familia (Director Centro de Salud Palafrugell/ Girona)