Ola de calor en montaña: consulta AEMET y modelos numéricos.Prevenir los efectos del calor en montaña está en nuestra mano. Cada verano son más frecuentes los avisos meteorológicos por altas temperaturas también en zonas de montaña, y debemos actuar para evitar que ello suponga un problema a nuestra actividad deportiva.

La exposición prolongada al calor, junto con el esfuerzo físico que supone realizar este tipo de actividades, pueden derivar en un golpe de calor, que a su vez puede resultar mortal o causar daños muy serios a nuestro organismo.

Planificar la actividad para días de mucho calor en montaña

Las altas temperaturas y las «olas de calor» también pueden crear problemas en nuestras actividades en montaña si no tenemos en cuenta esta circunstancia desde el mismo momento que estamos planificando la actividad. Es recomendable: 

  • Consultar la previsión meteorológica para saber con exactitud cuáles son las temperaturas máximas que se esperan. En montaña el calor también puede suponer un problema, si tenemos dudas lo mejor será anular la actividad para un día más favorable.
  • Si optamos por salir, escoger una actividad de menor exigencia física de lo habitual. Evitar ponernos «al límite» o exigirnos mucho.
  • Madrugar, ¡mucho! con el objetivo acabar la actividad antes de las horas de más calor. Puede ser buena idea empezar incluso antes del amanecer, siempre provistos de un buen frontal, y terminar a media mañana.
  • Escoger rutas por bosque y/o cerca de un río. La combinación de estos elementos puede hacer más agradable la actividad, siempre que respetemos el anterior punto -madrugar y evitar las horas de más calor-.
  • Hay que saber si podemos recargar agua en el camino. Si no se puede o no se sabe habrá que llevar más agua de la habitual.

Equipar la mochila teniendo en cuenta el calor

Además de todo lo que llevamos habitualmente en nuestras salidas por montaña, los días de calor debemos también:

  • Usar a menudo crema con alta protección solar (aplicarse varias veces al día).
  • Con peques, usar crema de protección total y/o cubrir la mayor parte del cuerpo posible, ya que tienen la piel más sensible.
  • Usar gafas de sol para proteger la vista y gorra o sombrero para proteger la cabeza.
  • Llevar más agua de la habitual ( 2 litros) y beber a menudo, antes de tener sed.
  • Puede ser buena idea llevar 2 cantimploras, así podrás llevar sales en una (muy recomendable porque con el sudor perderemos muchos electrolitos) y agua sola en la otra (mejora la sensación de hidratación).
  • La comida que llevemos mejor que sea ligera: fruta ya cortada en un «tupper» entra de maravilla (melón o sandía), y en general que aguante bien el calor (el chocolate se derrite…).
  • Utilizar ropa de colores claros (el negro da más calor), de tejidos transpirables y que sea amplia.
  • Llevar chubasquero -como siempre- pero en especial si el calor viene acompañado de riesgo de tormentas.

Actuar con prudencia: la atención sobre el grupo

Realizar recorridos por bosque y cerca del agua puede ayudar en días de calor en montañaMantener la atención sobre el grupo y tomar las decisiones más prudentes serán dos factores claves para el éxito de nuestra actividad. En caso de calor en montaña debemos:

  • Observar que todo el grupo va bien y que el calor no está suponiendo un problema grave.
  • Nunca dejar a nadie sola/o: un simple cansancio o mareo podrían ser los primeros síntomas de un golpe de calor, y si no lo gestionamos adecuadamente puede poner en riesgo la vida de la persona.
  • Realizar las paradas a la sombra siempre que se pueda.
  • Asegurarnos de que todo el grupo mantiene una buena hidratación.
  • Si algo no sale como estaba previsto, la marcha es más lenta de lo calculado o el calor hace que disfrutemos menos de lo esperado: darnos la vuelta y volver otro día.

¿Qué hacer caso de golpe de calor?

Saber identificar un posible golpe de calor puede evitar fatales consecuencias. El golpe de calor ocurre cuando los mecanismos de regulación de la temperatura corporal fallan (altas temperaturas ambientales y/o niveles elevados de humedad) y se produce un aumento peligroso de temperatura corporal.

Los síntomas más habituales son:

  • Fiebre
  • Pulso acelerado
  • Debilidad, mareo, fatiga
  • Náuseas y vómitos
  • Dolor de cabeza
  • Confusión y desorientación

En caso de sufrir varios de estos síntomas, debemos actuar con rapidez de la siguiente manera:

  • Mantener a la persona tumbada y a la sombra. Si no hay sombra en la zona deberemos «fabricarla» con algo de ropa o la manta térmica de nuestro botiquín.
  • Refrescar rápidamente el cuerpo para intentar bajar su temperatura: aplicar toallas húmedas en frente, axilas e ingles y/o abanicar.
  • Llamar lo más rápidamente posible al teléfono de Emergencias 112.