Actúa: ten en cuenta alternativas más cortas

Lo importante es disfrutar de la actividad con seguridad.

Si las circunstancias del momento lo requieren, haremos uso del plan alternativo que habíamos previsto en la programación.

Es importante educar a los menores en una toma de decisiones en la que prevalezca la prudencia.

Toma buena nota

Valora las distintas variables de riesgo antes de tomar una decisión:
- Estado físico y anímico del grupo: a medida que avanza el día, el agotamiento y el empeoramiento de las pequeñas molestias suelen ir en aumento.
- Las horas de luz. Aun habiendo sido rigurosos/as en la planificación de los horarios de la actividad, las circunstancias pueden cambiar y nuestra progresión puede ralentizarse. En ese momento tenemos que decidir si es prudente continuar con la idea inicial o cambiar a una de las alternativas previstas.
- Meteorología. Las previsiones pueden cambiar y vernos obligadas/os a "reconfigurar" nuestros planes iniciales.
- Estado de la ruta. Existe la posibilidad de que nuestro recorrido se haya modificado (corrimientos, puentes caídos,...) convirtiéndose en un contratiempo.
Los plan alternativo debe estar planificado y debemos conocer los horarios de ida y de vuelta.
Ante la duda, elige siempre la opción más corta y/o segura.
Dar marcha atrás no es ningún fracaso: hazlo si piensas que es lo más razonable en ese momento.

Conforme avanza el día:

Aumenta el agotamiento y, normalmente, disminuyen nuestras reservas de comida y agua.
Se reducen las horas de luz y la temperatura ambiente.
Muchas pequeñas dolencias tienden a agravarse.

¡Sé siempre prudente, no te la juegues!