Actuar ante distintos peligros
Ten en cuenta que toda actividad en el medio natural tiene asociados una serie de peligros que pueden generar situaciones de riesgo. Estos peligros pueden ser clasificados en dos grupos:
- Objetivos: producidos por la naturaleza (tormentas, rayos, granizo, niebla, viento etc.).
- Subjetivos: dependen al 100% de nuestro comportamiento o actuación.
Sabiendo que el riesgo 0 no existe, debemos hacer todo lo posible por reducir el riesgo lo máximo posible. Recuerda que una buena planificación, ir bien equipados y actuar correcta y prudentemente sobre el terreno harán posible eliminarán los riesgos subjetivos y que gestionemos mucho mejor aquellas situaciones de riesgo derivadas de los peligros objetivos.
Tormentas
La forma más prudente de actuar ante una tormenta es preverla y evitar estar zonas altas y expuestas cuando esta aparece. Recuerda que puedes calcular la distancia a la que está una tormenta contando el tiempo que pasa entre el rayo y el trueno.
No obstante, si ya nos ha sorprendido haremos lo siguiente:
- No correr y esperar agachados y aislados del suelo (por ejemplo sobre la mochila).
- Alejarnos de elementos metálicos y electrónicos.
- Si estamos en una cueva, separarnos de las paredes lo máximo posible.
Granizo y lluvias copiosas
De nuevo, la manera de actuar más prudente vuelve a ser prever esta situación bien sea consultando en internet la evolución meteorológica o bien estando atentos a esta evolución sobre el terreno y darnos la vuelta antes de que nos pille.
Si no hemos podido evitarlo, recuerda que la manera de actuar ante lluvias y granizo es la siguiente:
- Tratar de encontrar un sitio a cubierto, especialmente en caso de granizo.
- Protegerse del agua y el frio con ropa de abrigo e impermeable.
- Estate atento a la crecida de caudales de ríos y la posible presencia de corrientes de agua en canales y vaguadas.
- Asegurarnos de que no cunda el desánimo en el grupo.
Viento
El viento implica una reducción de la temperatura, posible caída de piedras u otros elementos sobre nuestra cabeza y desestabilización y pérdida del equilibrio.
Con el fin de reducir estos efectos debemos abrigarnos correctamente, alejarnos de zonas de riesgo de caída de objetos (por ejemplo resaltes rocosos) y protegernos en zonas poco expuestas al viento si es posible. Además en estos casos unos bastones pueden ayudarnos a mantener mejor el equilibrio, dependiendo del terreno en el que nos encontremos.
Niebla
La niebla puede generarnos desorientación, lo cual nos ralentizará respecto a nuestros horarios previstos, pudiendo incluso forzarnos a pasar la noche a la intemperie y exponiéndonos así a hipotermias y agotamientos. Sin embargo, uno de los mayores riesgos es el de precipitarnos al vacío al no ver por donde caminamos.
Para evitar todas estas consecuencias, debemos de tomar una serie de precauciones:
- Esperar un rato a que la visibilidad mejore.
- Si no mejora, retroceder sobre nuestros pasos siempre y cuando veamos por donde vamos y a donde nos dirigimos.
- Mantener al grupo siempre unido antes estas situaciones.
- Llevar y saber utilizar el GPS.
- Si no podemos movernos y no mejora la situación contactar con el servicio de rescate llamando al 112.
- Llevar chalecos y silbato nos ayudará mucho en estas situaciones.
Calor extremo
El calor aparte de poder sofocarnos, puede acabar dando lugar a algo tan serio como un golpe de calor que podrá manifestarse con diversos síntomas, entre ellos deshidratación, mareos o taquicardias. Además la radiación solar puede generar quemaduras y cáncer.
Por todo esto es necesario tomarse en serio el sol y el calor: hidratarse continuamente, protegerse del sol con ropa y gorra y aplicar crema a las partes de la piel expuestas, son formas de actuar que deberíamos tener interiorizadas.
Oscuridad
Si has planificado correctamente la actividad, será difícil que te pilla la noche. Sin embargo, si por cualquier contratiempo te has visto sorprendido por la oscuridad, recuerda como actuar:
- Tranquiliza al grupo.
- Emplea frontal o linterna para dar pasos seguros.
- Emplea GPS para asegurar que vas por buen camino.
- Abrígate correctamente.
- Si no lo ves claro, prepárate para pasar noche y avisa a los servicios de rescate llamando al 112.
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