Estudia los escapes del barranco
Hay que planificar la actividad pensando qué haremos si algo no sale como estaba previsto u ocurre un accidente.
La mayoría de los barrancos no permiten la vuelta atrás: conocer las vías de escape resulta vital.
También estudiaremos las rutas posibles de regreso si abandonamos el barranco por uno de sus escapes.
Información vital
Remontar un barranco suele resultar muy difícil y complicado, sobre todo si este tiene rápeles. Por ello, conocer los escapes es fundamental para tomar la decisión acertada ante una incidencia. Por lo general, una vez dentro del barranco sólo tendremos dos alternativas de progresión:
- Terminar el descenso hasta su salida natural.
- Utilizar algún escape para acortar la actividad o salir de la zona encajonada y acuática.
Los escapes nos permitirán:
- Abandonar la actividad cuando un retraso en el horario previsto genere inseguridad.
- Salir a buscar ayuda ante una emergencia.
- Poner a salvo a un herido y facilitar su rescate trasladándolo a una zona más accesible.
¡Recuerda que, no todos lo barrancos tienen escapes y si los hay no podremos acceder a ellos desde cualquier punto del barranco! Conocerlos será clave para anticiparse y poder actuar de forma correcta ante una emergencia.
Decisión acertada
Pero, además de las vías de escape debemos conocer el lugar en el que nos encontramos, es decir, qué hay a uno y a otro lado del barranco: orografía, accesos a caminos... Esto es muy importante si queremos finalizar la actividad y regresar, salir del barranco en busca de ayuda, facilitar el rescate...
Siempre, antes de abandonar el barranco tenemos que estar muy seguros de cuál es la margen a la que nos conviene acceder. Para ello resultará clave disponer de la información que nos proporcionará un mapa detallado de la zona.
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