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De la cabeza a los pies

Está claro: el descenso de barrancos exige protección de la cabeza a los pies.

Caminaremos por terrenos irregulares, seguramente resbaladizos: calzarnos adecuadamente resulta primordial.

Pero también nos moveremos junto a paredes y rocas que superarán nuestra altura, y nunca sabemos lo que nos puede caer de más arriba. ¡Debemos proteger nuestra cabeza con un casco homologado!

Caminar seguro

Recuerda que vas a caminar por un medio mojado y resbaladizo, por lo que no sirve el mismo calzado que usas todos los días. Existe calzado específico para el descenso de barrancos, pero si no tienes o no quieres comprarlo escoge una bota que cumpla los siguientes requisitos:

  • Que tenga una suela muy adherente y con mucho dibujo. 
  • Que proteja el tobillo de forma contundente: los esguinces son una de las lesiones más frecuentes en barrancos.
  • Con refuerzos también en la puntera.
  • Que cuando se empape no se haga muy pesada: ¡vas a tener que caminar con ellas mojadas!
  • Que no sea impermeable para permitir que el agua que entre pueda salir con cierta facilidad, de lo contrario acabarás el día arrastrando mucho peso en cada pie.

¿Y calcetines?

    Y con casco

    El descenso de barrancos es una actividad en la que casi siempre estaremos entre altas paredes rocosas. Por ello, además de proteger nuestra cabeza de los golpes durante la progresión, debemos protegerla también de posibles caídas de piedras producidas de forma natural o por el movimiento de personas o animales en la parte superior del barranco. 

    El casco ha de ser homologado, que proteja tanto de los golpes como de los impactos y su repercusión en las cervicales.

    ¡Proteger nuestra cabeza sólo puede ser una buena idea!