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No te separes ni dejes solo a nadie

Si sufrimos un percance, mejor estar en compañía. 

Dejar sólo/a a alguien suele ser el origen de problemas mayores.

Es más fácil que una persona sola se desoriente o tome una decisión equivocada.

Cuidado sobre todo...

  • Cuando se reduce la visibilidad por la niebla, la espesura de la vegetación, la lluvia o la escasez de luz.
  • En los tramos más peligrosos, donde puedan producirse caídas (desniveles, cursos de agua...).
  • Con los peques a los que, como siempre, hay que dedicar una especial atención.

    Toma precauciones

    Una de las situaciones que puede generar mayor peligro es la división de un grupo. La mejor recomendación es no dividirlo nunca. Si no podemos evitarlo, tomaremos esta precaución básica:

    • Que en cada subgrupo haya gente capaz de conducir al resto a destino.

    Igualmente, debemos evitar dejar sola a una persona. Retrasarse o quedar a la espera del retorno del grupo comporta también importantes peligros:

    • Si se espera a la intemperie se puede sufrir hipotermia o insolación
    • Es muy habitual cansarse de esperar y hacer algo no acordado, como regresar sola/o sin esperar al grupo.
    • Es muy probable caer en situaciones de nerviosismo y desorientación.