Ropa de abrigo y chubasquero
El medio natural es muy cambiante por ello conviene llevar siempre, incluso en verano, prendas que nos protejan del frío, del agua y del viento.
Las oscilaciones térmicas en una excursión pueden ser significativas en cualquier época del año en función de la meteorología local, la altitud, la orientación del camino, la existencia o no de arbolado...
Sabías que...?
Una persona puede sobrevivir semanas sin alimento, días sin agua, pero sólo unas horas sometido sin protección a una temperatura ambiente baja.
Además, a la temperatura ambiente hay que sumarle el factor del viento, el cual puede reducir drásticamente la temperatura sentida (sensación térmica). Con temperaturas bajo cero, un viento fuerte puede producir congelaciones severas en muy poco tiempo. Disponer de prendas de abrigo y cortavientos puede salvarnos de hipotermias y evitar un rescate.
Y recuerda: ¡las primeras nevadas en el Pirineo siempre suelen caer en el mes de agosto!
Por eso debemos tomar una serie de precacuciones a la hora de equiparnos para ir a la montaña:
- Llevaremos siempre varias capas de abrigo de ropa térmica (que no sea algodón, porque empapa el sudor y lo mantiene cerca de nuestro cuerpo en forma de humedad, enfriándonos).
- También llevaremos por lo menos una prenda que sea cortavientos e impermeable.
- Gorro y guantes, nos ayudaran a protegernos del frío.
La sensación térmica
La combinación de viento y frío puede ser peligrosa, a eso remite el concepto de "sensación térmica", usado en los partes de la AEMET.
¿Quieres conocer cual es la sensación térmica que experimenta nuestro cuerpo según distintas combinaciones de temperatura ambiente y velocidad de viento?
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