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Protección solar

En las actividades al aire libre, la exposición al sol de nuestra piel y de nuestros ojos suele ser mucho mayor que en nuestra vida cotidiana.

La exposición a determinadas radiaciones solares (los rayos ultravioleta, sobre todo) es acumulativa y puede provocar quemaduras y cáncer de piel.

Con temperaturas elevadas la exposición al sol va aumentar nuestra sensación térmica, dificultando nuestra refrigeración y acelerando la deshidratación.

La radiación solar, la altura y la roca

  • La radiación solar es más intensa conforme ascendemos en altura. Sus efectos se amplifican entre un 12% y un 15% cada 1.000 metros de altitud.
  • Además, determinados tipos de roca, así como la nieve y el hielo reflejan casi la totalidad de la radiación que reciben del sol.

No olvidaremos...

  • Evitar la exposición solar en la medida de lo posible, cubriendo la piel con ropa y usando gorros, pañuelos...
  • Proteger la piel que vaya a estar expuesta al sol antes y durante la actividad con cremas con filtro solar de factor elevado (FPS 30 o superior). Hacerlo siempre en el caso de menores y personas de piel clara o sensible.
  • Proteger los ojos con gafas de sol de filtro adecuado (mínimo factor 2).
  • Consultar el índice de radiación ultravioleta (UV) previsto para la jornada y tener en cuenta que será mayor en altura y con paisajes claros (nieve, hielo y/o roca caliza).